El Observatorio Cinegético se ha consolidado como la red más importante de monitorización de fauna silvestre, aves y mamíferos, de toda España y cuenta ya con más de 2.500 usuarios registrados y cerca de 7.000 censos realizados.

Se trata de una red de ciencia ciudadana que cuenta con la colaboración de cazadores y gestores de toda España, que están recopilando datos en tiempo real de la abundancia de las distintas especies silvestres del país, información que posteriormente es analizada por un equipo científico de investigadores de Fundación Artemisan.

Gracias al esfuerzo altruista de los censadores, el Observatorio Cinegético está logrando aumentar el conocimiento sobre el estado real de conservación de la fauna en nuestro país y ayudando así a la correcta toma de decisiones, que hasta hace poco tiempo, en muchos casos, se llevaba a cabo sin datos científicos y objetivos que las avalasen.

En la actualidad se llevan a cabo seis campañas de censos a lo largo de todo el año: especies residentes, censos nocturnos, aves migratorias invernantes, bandos de perdiz, caza mayor y aves migratorias invernantes. Además, se pueden registrar especies no incluidas en estos censos como especies no cinegéticas y otras de interés.

La metodología consiste en que los voluntarios realizan recorridos, con indicaciones específicas en función del tipo de especies objetivo, que se repiten año tras año en las mismas fechas y condiciones y que permiten hacer un seguimiento de las poblaciones y evaluar su estado.

A lo largo de estos recorridos, conocidos como transectos, los colaboradores registran los individuos observados en la aplicación CensData, que permite que esa información llegue prácticamente en tiempo real al equipo de investigación, que revisa y valida cada censo realizado.

El Observatorio Cinegético es una herramienta puesta en marcha por Fundación Artemisan, la empresa Bineo Consulting y la Federación Española de Caza, que cuenta con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y Mutuasport, y con el patrocinio de Hornady y Hart.

Una herramienta que no tendría sentido si no fuese por la implicación que están demostrando cazadores y gestores de todo el país, así como las federaciones autonómicas de caza, que están demostrando una vez más que son los principales implicados en la conservación de la naturaleza y de la fauna y que es el claro ejemplo de lo que es el cazador del siglo XXI, el cazador conservador.