El tiempo pasa, a la vuelta de la esquina está el verano y con él, llegará al fin, la tan ansiada media veda, en especial, para los amantes de la caza menor. En pocos días, los campos se llenarán de cazadores, perros y la eterna espera habrá terminado. La media veda es la actividad cinegética que encuadra la caza de la codorniz, la tórtola común y la paloma torcaz, entre otras. Esta caza suele abarcar el periodo de entre la segunda mitad de agosto y la primera de septiembre. Estamos a esperas de saber cuando se producirán las fechas exactas de apertura y cierre de esta hermosa modalidad, en la inminente orden general de vedas, que establecerá las fechas para todas las modalidades cinegéticas de la temporada.

En cuanto a la tórtola europea o streptopelia turtur cabría decir que la consideran en buena parte de nuestra península, la especie reina. Es la más pequeña de las palomas y su característico plumaje, que combina marrones, ocres y negros, le configuran un aspecto llamativo. En cuanto al hábitat, está asociado a zonas de escasa vegetación y monte bajo mediterráneo, que tanto abunda en tierras andaluzas, aunque también la podremos ver, en zonas de labranza donde moteen grandes arboles en los que puedan sestear. Su alimentación, varía entre trigo, brotes de hierba y semillas, y en especial, el girasol.

En cuanto al vuelo, aquí es donde este ave marca la diferencia con respecto al resto de especies, ya que la tórtola europea posee el vuelo más acrobático de todas sus competidoras, en mi opinión, es el disparo más difícil de realizar en la caza menor. La población de este ave en nuestra península, ronda el millón de parejas, y está catalogada como especie vulnerable, debido al declive de la última década, provocado por diversos factores, como la degradación de los hábitats de cría e invernada, la caza masiva en África en periodos de reproducción.

En cuanto a la tórtola, hay un problema con las macrotiradas en África. Este hecho, está repercutiendo en un descenso en las poblaciones de tórtolas en nuestra península, y es que, gran parte de estas aves que antes pasaban a España por el Estrecho de Gibraltar, se quedan en el país vecino, que les brinda un hábitat perfecto para ellas, con amplias zonas de regadío.

En lo que a la codorniz o coturnix respecta, es un ave pequeña, que ronda los cien gramos de peso, pero a pesar de ser una gallinácea incapaz de volar, puede realizar migraciones de largas distancias con su planeo, siendo la única especie de esta familia capaz de migrar. El objetivo de la codorniz, es encontrar áreas frescas de cultivo donde reproducirse, dándose buenas poblaciones los años de lluvia en abundancia, lo que nos hace presagiar, que este año será paupérrimo debido a las pocas precipitaciones.

Por el contrario, la paloma torcaz o columba palumbus, es un ave sedentaria en nuestra península. Aunque realizan largos desplazamientos, estos generalmente serán locales. Los terrenos con encinas, alcornocales, pinares, bosques, etc.; configurarán el hábitat ideal para la torcaz. Suelen ir en grandes bandadas y cada vez las estamos viendo más confiada, adentrándose en parques de determinadas ciudades.

Equipamiento

Respecto al equipamiento a emplear, la caza de la codorniz exige el empleo de ropa ligera, fresca y de colores claros para amortiguar mucho mejor las altas temperaturas del campo y la incidencia del sol mientras cazamos. Por el contrario, si nos encontramos en un paso de tórtolas o palomas torcaces, habremos de acudir con un equipo mimetizado.

La munición más precisa varía. No necesitaremos la misma cantidad de pólvora, número de plomos o tamaño de estos, para abatir a una codorniz que a una paloma torcaz. Cartuchos de 32 o 34 gramos con un plomo del 7 u 8 serán los propicios para dar caza a las veloces y ágiles tórtolas. En cuanto a las palomas torcaces, deberemos usar un cartucho con un gramaje mayor y un plomo más grueso, de 34 o 36 gramos de plomo seis o incluso cinco, es lo más frecuente, por lo que tendremos que prepararnos para recibir duros culatazos cuando accionemos el gatillo con estos cartuchos, ya que a mayor gramaje, mayor pólvora para desplazar más plomos y, por tanto, mayor retroceso del arma. En cuanto a la codorniz, con uno o dos plomos la conseguiremos abatir, por lo que 30 gramos de un plomo fino como el 9 o el 10 será la munición ideal.

FUENTE: www.diariosur.es