La Unió de Llauradors ha trasladado al Ministerio de Agricultura la gran preocupación que existe en el sector agrario de la Comunitat Valenciana, como de toda España, tras confirmarse que se están importando jabalíes de Hungría, lo que puede implicar un significativo aumento de los problemas que viene provocando la sobrepoblación de estos animales que ya existe aquí: mayor riesgo de accidentes en las carreteras y más daños en las explotaciones agrícolas. En consecuencia ha pedido que se prohíba la entrada de dichos animales.

A los problemas de daños y accidentes, lamentablemente bien conocidos desde hace tiempo, y que son frecuente motivo de noticias (recuérdese por ejemplo el reciente accidente grave sufrido por Marcelino, el entrenador del equipo de fútbol del Valencia, al chocar con un jabalí que se cruzó de repente ante su coche), se añade ahora la inquietud por si estas importaciones pueden ser fuente de contagio de la peste porcina que está extendiéndose por países del Este de Europa, lo que podría suponer un quebranto para el sector porcino, de gran importancia en la Comunitat Valenciana y otras regiones españolas.

De hecho, La Unió ha tenido la confirmación de estas importaciones de jabalíes en un encuentro del sector porcino (Porcifórum) en Lleida, y fueron representantes del propio ministerio quienes ratificaron tal extremo, al salir a la palestra las preocupaciones de los ganaderos por la expansión de la peste porcina africana.

El propio Mampel conoce muy bien los rigores que suponen cruzarse con jabalíes. Tiempo atrás, regresando de noche a su casa en Traiguera (Baix Maestrat), chocó con su coche contra un jabalí de cien kilos que capareció súbitamente en la carretera. El animal murió, Ramón no sufrió daños, afortunadamente, porque se dispararon los 'airbags', pero el vehículo sufrió daños que costaron de reparar 6.500 euros, que no pagó ningún responsable de que el jabalí campara suelto. Además, el año pasado los jabalíes le dejaron sin casi uvas en un campo y ahora mismo, cuando las cepas empiezan a brotar, «ya hemos visto que andan estos bichos hozando y rompiendo algún brote».

Como la traída de jabalíes de Hungría está motivada por su utilización cinegética (aumentar la población de estos animales en cotos de caza para intentar abatirlos los cazadores), La Unió y su organización estatal, Unión de Uniones, han solicitado al Ministerio de Agricultura que, «en base a la normativa nacional, se adopten medidas cautelares contra estas importaciones por presentar un grave riesgo sanitario, teniendo en cuenta además que aquí tenemos ejemplares de caza mayor sin necesidad de traer a estos animales».

El secretario general de La Unió ha manifestado que «no tiene ningún sentido que, a estas alturas, por el capricho de unos pocos de pegarles tiros a unos animales, para tener luego colgadas en las paredes unas cabezas disecadas mostrando sus colmillos, los demás tengamos que sufrir mayores peligros, daños y amenazas, cuando no estamos causando ningún problema, sino que, al contrario, ni siquiera podemos defendernos de los que ya nos causan estos y otros bichos, sin necesidad de repoblaciones».

Paradójicamente, el Ministerio de Agricultura ha argumentado en su respuesta que «no resulta posible prohibir la importación de jabalíes de Hungría», al estar este país actualmente fuera de las zonas de protección y vigilancia ante la peste porcina africana, que sí se extiende, en cambio, por Polonia, Chequia, Moldavia, Rumanía, Ucrania, Rusia, Estonia, Letonia, Bielorrusia... Sólo cabe mantener «un protocolo de cuarentena» antes de soltar los jabalíes traídos. Así es que al ministerio únicamente le preocupa algo el potencial riesgo de la peste. Por los daños en cosechas e instalaciones agrícolas, o el peligro de accidentes por la sobrepoblación, ninguna inquietud oficial.

FUENTE: http://www.lasprovincias.es